Este espacio es un llamado a tejer, en conjunto, una relación recíproca con nuestros parientes humanos y más-que-humanos. Se erige como un refugio para ENRAIZAR, CONTEMPLAR y ENTRELAZARNOS con la Tierra, los elementos, la comunidad y el Ser esencial que habita en cada una de nosotras mediante la MEDITACIÓN. Es un retorno y un reencuentro —a la Tierra y al corazón.

Juntas, nos reunimos para entrar en resonancia con las plantas, nuestros corazones, nuestros cuerpos y los guías que nos susurran desde lo invisible.

Ven a descansar, a restaurarte y a enraizarte en el regazo de las plantas, donde el tiempo es circular y el cuerpo, la mente y el alma se regeneran.

En mi labor de tejer estos espacios y rituales esta la intención de facilitar puentes que nos ayuden a recordar nuestra conexión con los ciclos de la naturaleza y del cosmos, recordándonos que somos parte de una gran Unidad de consciencia que evoluciona y se mueve a través del tiempo y del espacio, en conexión con la vida.

Este es un viaje personal dentro de un territorio comunitario que invita, inspira y sostiene tu relación única con los espíritus de las plantas y contigo misma, para brotar y florecer de la manera en que seas llamada.

Este camino no es solo para la regeneración y el cuidado personal, sino también para el cuidado de la Tierra, la Comunidad y el Colectivo.

Trabajaremos con reconocimiento y profunda reciprocidad mediante las MEDITACIONES con el ESPÍRITU DE LAS PLANTAS siguiendo la RUEDA de la MEDICINA.